Este cóctel, con su sabor único y su presentación icónica, tiene una historia tan refrescante como el trago en sí. Además, descubriremos el origen del Moscow Mule, lleno de casualidades y circunstancias inesperadas que hacen que su creación sea aún más intrigante.

Historia del Moscow Mule

Para contar la historia del Moscow Mule, debemos remontarnos a los Estados Unidos de los años 1940. En aquel entonces, tres hombres desesperados por un golpe de suerte cruzaron caminos en el bar Cock ‘n’ Bull de Hollywood: John G. Martin, Jack Morgan y Rudolph Kunett.

John G. Martin era un ejecutivo de Heublein Brothers, una compañía de licores de Connecticut. Había adquirido recientemente la empresa Smirnoff Vodka, una marca que en aquel entonces tenía poco éxito en el país, ya que el vodka no era popular entre los estadounidenses.

Por su parte, Jack Morgan, propietario del Cock ‘n’ Bull, había lanzado su propia marca de ginger beer, una bebida de jengibre no alcohólica, pero también estaba luchando para encontrarle un mercado.

Finalmente, Rudolph Kunett, un amigo de Martin, era el presidente de la empresa Smirnoff Vodka en Estados Unidos. Kunett también estaba buscando maneras de hacer que el vodka fuera atractivo para los consumidores estadounidenses.

En un acto de desesperación o inspiración, estos tres hombres decidieron combinar sus productos no vendidos para crear un nuevo cóctel. Mezclaron el vodka con la ginger beer y le añadieron un chorrito de jugo de lima. Para rematar, sirvieron la bebida en una taza de cobre, un detalle que ha caracterizado al Moscow Mule desde entonces.

Origen del Moscow Mule: Un nombre con historia

Si alguna vez te has preguntado acerca del origen del Moscow Mule, te sorprenderá saber que nada tiene que ver con Moscú, ni con mulas. «Moscow» es probablemente una referencia al vodka, asociado tradicionalmente con Rusia, mientras que «Mule», en jerga de coctelería, se refiere a las bebidas hechas con ginger beer y cítricos.

El cóctel fue un éxito instantáneo, ayudando a popularizar el vodka en los Estados Unidos. Así que la próxima vez que disfrutes de un Moscow Mule, piensa en Martin, Morgan y Kunett, tres hombres que transformaron sus fracasos comerciales en un triunfo inesperado.

Curiosidades del Moscow Mule

1. La famosa taza de cobre del Moscow Mule no es solo por estética. El cobre mantiene la bebida fría, mejorando la experiencia de saborear este refrescante cóctel. Sin embargo, recuerda que nunca debes tomar un Moscow Mule de una taza de cobre sin revestimiento, ya que el cobre puede reaccionar con el pH ácido del jugo de lima.
2. El Moscow Mule jugó un papel crucial en la popularización del vodka en los Estados Unidos durante la década de 1950. Antes de este cóctel, el vodka no era una bebida comúnmente consumida en el país.
3. Existen muchas variaciones del Moscow Mule, como el Kentucky Mule (hecho con bourbon en lugar de vodka), el Mexican Mule (con tequila) o el London Mule (con ginebra).

La historia del Moscow Mule es una lección de cómo la creatividad, la innovación y un poco de suerte pueden convertir lo que parece un fracaso en un éxito rotundo. Este cóctel ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo una elección favorita en bares y hogares de todo el mundo. Así que, la próxima vez que levantes tu taza de cobre, haz un brindis por la maravillosa casualidad que nos trajo el Moscow Mule.